Tortell Poltrona i Andreu BuenafuenteTortell Poltrona y Andreu Buenafuente | Xavier Casals
Casi todas las civilizaciones tienen un refrán en donde se reconoce la relación entre el vino y la verdad. In vino veritas es el más conocido de ellos. Herodoto cuenta que cuando los persas tomaban alguna decisión bajo el influjo del alcohol detenían su ejecución hasta reconsiderarla en estado sobrio, ¡y cuando tomaban una decisión en estado sobrio detenían su ejecución hasta reconsiderarla completamente borrachos! Solamente cuando coincidían las valoraciones a través del filtro del vino y través del filtro del agua se animaban los sátrapas a lanzar sus tropas contra las ciudades griegas. Los persas eran unos tipos moderados comparados con Romá Lentini —excelente Fermí Fernàndez abriendo caminos nuevos a los que no nos tiene acostumbrados—, el sommerlier para el que en el vino no sólo está la verdad, sino también la obsesión, la vida, el crimen, la infancia, la religión, el sexo, el tiempo, la locura, la muerte y la más olfativa de las soledades.

'El sommelier' de Fermí Fernández"El sommelier" de Fermí Fernández | Mia Font
Arrancó así una nueva edición del SINGLOT FESTIVAL, otro delicioso fin de julio en Sant Feliu de Guixols en donde, de una forma u otra, todos los participantes consideran que también en el humor está la verdad. In humor veritas. No nos planteamos invadir ninguna ciudad griega, pero se recomienda encarecidamente que cualquier decisión que se haya tomado borrachos e hipnotizados de perfección técnica y bricolaje expresivo tras la hora de fascinación que presenciamos en "Be God is", se reconsidere a la mañana siguiente, de vuelta a un mundo donde los cuerpos no son armónicos ni los sonidos rítmicos. Y viceversa. El humorístico (etimológicamente, "humor" es primo lejano de "humedad" y de "humus", tierra) espectáculo de Espai Dual provocó en los asistentes el estado de ebriedad sensorial adecuado para repensar la forma como vemos el mundo en estado sobrio.

'Be god is'"Be God is" de Espai Dual | Xavier Casals
El sommerlier Romà Lentini es capaz de oler la envidia o los celos, y encuentra notas de ambición, literatura y silencio en vinos en donde otros sólo aprecian ciruelas negras, regaliz o cuero. El vino abre la puerta a las sinestesias, esos extraños fenómenos en donde unos sentidos perciben los contenidos de otros. También el humor es un juego de sinestesias que permiten saborear, oler y tocar "Be God is". En el vino, en el humor y en las sinestesias está la verdad.

Antonio Rico | @ARicoTV
Enviado especial a SINGLOT FESTIVAL


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