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"1001 gags":
—30 de juliol, 19:00h. | Teatre de la Garriga

Han hagut de passar més de 10 anys per a què tornin a coincidir en un mateix escenari la Mònica Pérez i en Jordi Ríos. Va ser a l'any 2003 amb l'obra "Comando a distància" produïda per EL TERRAT. En aquesta ocasió, és la primera vegada que actuen junts al teatre. A més, "1001 gags" és un text original d'ells dos.

Necessites més motius per anar-los a veure?

"1001 gags" és un espectacle que no va de res, no té temes concrets, ni fil conductor, tan sols es tracta de riure. Hi ha gags visuals, gags d'humor absurd, gags de jocs de paraules, gags de one liner...

Encara necessites més arguments?

Per que el riure té moltíssims beneficis per la salut: t'ajuda a fer caca, afavoreix la digestió gràcies a les contraccions de tots els músculs abdominals; disminueix el colesterol en sang; allibera la hormona beta-endorfina que envia missatges positius al cervell i creen sensació de benestar; ajuda a reduir la glucosa en sang; redueix el nivell d'estrès...


Tu mateix... fes el que et roti.

Amb "1001 gags", el Jordi i la Mònica, només volen fer-vos riure. No volen explicar cap història, ni enviar cap missatge. Si volguéssin enviar un missatge, el gravarien en MP3 i el deixarien anar a l'espai perquè el trobin altres civilitzacions.

La prestigiosa marca Belain lanza al mercado "Eau de cartouche", el líquido más caro y exclusivo del planeta. "Eau de cartouche" de Belain es el regalo más caro de estas fiestas, no hay lo que hay que tener para comprarlo...

"Eau de cartuche" y Belain os desean unas impresionantes fiestas.

Siempre pensé que me hubiera gustado que Miliki fuera mi abuelo. Hubiera sido perfecto, el abuelo ideal. Un hombre de mi gremio, sabio, con cara de buena persona, luchador, divertido, generoso... Mis abuelos de verdad murieron en la Guerra y Miliki (un niño por aquel entonces), supo huir de aquella tristeza, aquella ruina emocional, para construir junto a sus hermanos una carrera dedicada a la risa, al circo, al noble arte de entretener. Una lección de humanidad.

Todos los que consiguieron zafarse de aquella época merecen nuestro respeto. Miliki vio mucho mundo, pasó necesidades, pero nunca perdió el humor. Volvió a casa para triunfar definitivamente, algo no muy habitual por cierto y mucho menos en aquella época de blanco y negro. Los payasos de la tele eran auténticos ídolos. Recuerdo como un acontecimiento sus programas y, sobretodo, lo que ellos llamaban "la aventura". Una suerte de sketch caótico, un poco hermanos Marx, loco, gamberro y que siempre acababa igual: todos corriendo delante del señor Chinarro. ¡Me chiflaba la aventura! Quizás me enamoré de este oficio en ese momento.

Años más tarde tuve el honor de conocerle, de entrevistarle y sus cariñosas palabras, pueden creerme, son el mejor premio que jamás he recibido. Cuando un maestro te dice que vas bien, tu trabajo empieza a cobrar sentido y te pone las pilas. Recuerdo cuando le entrevistamos en TV3 hace trece años. El cumplía setenta y yo quería sorprenderle como fuera. Entró en el plató y mientras andaba estornudó y uno de sus zapatos salió disparado al mismo tiempo. ¡Fantástico! Como dejó dicho Chaplin: "los mejores chistes son los más fáciles". También recuerdo que le gustó nuestro sofá de vaca, así que se lo regalé en directo para desesperación de mi equipo (solo teníamos cuatro) y gran regocijo general. Me salió de dentro, del corazón. Era mi manera de agradecerle tantas cosas, tantas tardes delante de la televisión. La última vez que le vi me dijo: "todavía tengo el sofá de cabra". "¡De vaca! Miliki". "Eso, eso, de vaca". Genio, figura, señor y payaso.

Gracias por todo abuelo.

Andreu Buenafuente, 2012

Tras "ABC", Álvaro Carmona presenta "El menor espectáculo del mundo", un nuevo show que lo tiene absolutamente todo: excepto fuegos artificiales, bailarines, luces, músicos, elefantes, chicas, trapecistas, leones, tigres, magos, tragafuegos, cosas aplastadas por vehículos grandes, acróbatas, contorsionistas, cosas aplastadas por vehículos muy grandes, equilibristas, disfraces, saltimbanquis, escapistas, ilusionistas, focas malabaristas y loros sobre pequeñas bicicletas. De hecho solo tiene comedia, porque con eso hay más que suficiente para ofrecer un gran espectáculo, y más si es el menor del mundo.

"El menor espectáculo del mundo", 70 minutos con el humor de Álvaro Carmona que pueden verse los viernes en Teatreneu de Barcelona, a las 22h. Venta de entradas en Teatreneu.com.